lunes, 5 de marzo de 2012

Historia de las Bibliotecas Hispanoamericanas, bibliotecas más importantes.



Las bibliotecas han sido eclosiones culturales nacidas al calor de instituciones eclesiásticas lógico que así fuera, pues la iglesia romana con sus establecimientos diocesanos y comunidades monásticas asumieron el relevo en la historia de las bibliotecas tras la desaparición del Imperio Romano y el triunfo del cristianismo. La secularización cultural, cambia sustancialmente la panorámica de las bibliotecas Hispanoamérica. A las instituciones eclesiásticas, que hasta ahora prácticamente eran únicas cobijando estos depósitos del saber, se ven favorecidos con la propagación de los libros por la difusión del papel como nuevo soporte de la escritura manuscrita.


Por medio del invento de la imprenta, cual llego desde Sevilla y crearon la primera imprenta en México en 1539, es en este país donde se crea una de las primeras bibliotecas a manos del Obispo Zumárraga. Fue en la época colonial que se destacan dos: La Biblioteca Turriana y la Palafoxiana. También encontramos la Biblioteca Nacional la que fue Creada a mediados del siglo XIX con los fondos de la Real y Pontificia Universidad de México y vinculada en la actualidad a la Universidad Nacional Autónoma de México, la Biblioteca Nacional de México es la principal institución bibliográfica patrimonial del país, siendo la sección más valiosa de su acervo la que constituye el Fondo Reservado, que custodia manuscritos, incunables, impresos mexicanos, impresos europeos, archivos históricos y obras editadas por notables impresores mexicanos.


Además contamos con otras bibliotecas que cuentan con una importancia debido a la  antigüedad que pueden tener entre ellas tenemos a;  La Biblioteca Nacional Argentina: fue fundada por Mariano moreno y nació con la independencia política del país. Fue creada por decreto de la Junta de Gobierno de la Revolución de Mayo el 7 de septiembre de 1810. La importancia y variedad de su caudal bibliográfico la coloca entre las más importantes de América. Constituyeron sus fondos iniciales las donaciones realizadas por el Cabildo Eclesiástico, el Colegio San Carlos, el Canónigo Luis José Chorroarín y el Dr. Manuel Belgrano, entre otros. Sus primeros bibliotecarios fueron el Dr. Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodríguez. En 1871 lo sucedió el doctor Vicente Quesada, quien modernizó las instalaciones, la vinculó con sus pares de Europa y obtuvo donaciones de material bibliográfico extranjero. En 1884 la biblioteca pasó a pertenecer al Gobierno Nacional. En España: aquí contamos con la Biblioteca de  la Universidad de  Salamanca la que tiene su origen en el nacimiento del Estudio Salmantino en el siglo XIII. Desde entonces y hasta los años cincuenta del siglo XX, cuando quedó convertida en Biblioteca General de la Universidad y por otro lado esta la Nacional que fue fundada por Felipe V a finales de 1711 y abrió sus puertas en marzo de 1712 como Real Biblioteca Pública. Por un privilegio real, precedente del actual depósito legal, los impresores debían depositar un ejemplar de los libros impresos en España. En 1836, la Biblioteca dejó de ser propiedad de la corona y pasó a depender del Ministerio de la Gobernación, y recibió por primera vez el nombre de Biblioteca Nacional.  La Biblioteca Nacional de  Chile: es una de las más antiguas de América Latina y una de las primeras instituciones republicanas del país. El 19 de agosto de 1813, los miembros de la Junta de Gobierno publicaron en El Monitor Araucano, el periódico oficial de la época, la Proclama de Fundación de la Biblioteca Nacional. Aquí se recibieron numerosas obras que, en su conjunto, constituyen un elocuente cuadro del universo cultural e intelectual de los chilenos ilustrados de la época. Entre ellas destacan obras históricas, científicas y religiosas como: La Araucana de Alonso de Ercilla; Fábulas de Esopo; Historia Natural de Bufón; Política Indiana de Solórzano; Física Experimental del abate Mollet; Epístolas de Cicerón; y Memorias de Federico el Grande.


En 1818, Bernardo O’Higgins nombró como director de la Biblioteca Nacional a Manuel de Salas, confiriéndole amplias atribuciones para organizarla y aumentar sus fondos bibliográficos. La Biblioteca nacional de Perú: que  cuenta con el local antiguo que data de 1568, cuando la orden jesuita fundó allí el Colegio Máximo de San Pablo, pero es el  28 de agosto de 1821, a un mes de haber proclamado la independencia del Perú, el General Don José de San Martín, firmó el decreto de creación de la Biblioteca Nacional la cual fue inaugurada el 17 de septiembre de 1822 y La Biblioteca Nacional de Venezuela:  es un servicio público creado el 13 de julio de 1833, por Decreto Presidencial, y que tiene en la actualidad carácter de Instituto Autónomo, adscrito al Ministerio de la Cultura establecido mediante Ley promulgada el 27 de julio de 1977 con el fin de cumplir variadas actividades como lo son Promover, planificar y coordinar el desarrollo en Venezuela de un Sistema Nacional de Servicios de Bibliotecas e Información Humanística, Científica y Tecnológica.


En la actualidad en pleno siglo XX es inevitable  la inserción de  la tecnología hasta en las bibliotecas, y en Hispanoamérica no es  la excepción, realizándose la digitación masiva  del materia libro, teniendo por objetivos  difundir el patrimonio cultural español y salvaguardar la herencia cultural al evitar la consulta y deterioro de originales, constituir una herramienta fundamental para fomentar la investigación sobre la cultura española ofreciendo numerosas ventajas frente a la consulta tradicional: posibilidad de consultar los materiales desde casa, hacer consultas sobre el texto y ofrecer un canal de cooperación a otras bibliotecas españolas y contribuir a crear la Biblioteca Digital en Europa.

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